domingo, 14 de enero de 2007

Poseidón

Resulta que ayer...
estabas
tan bello.
Tenías la barba perlada.
Era un cardúmen de escamas plateadas.
En el pelo tuyo
arremetían pulpos,
grises y
blancos.
Por tu pecho vi
subirse
estrellas marinas y caballos de mar.
Hipocampos.
Dos tortugas negras que llegaron a tus ojos.
Alrededor tuyo nadaban pecesitos de colores.
Tan bello.
Ayer...
creo que eras Poseidón.

viernes, 5 de enero de 2007

Algunas setas






...de mi queridísima Escobar.

martes, 2 de enero de 2007

Los pájaros


Me dieron ganas... así que, mientras volvía a casa, me puse a caminar.
Caminé de vuelta a casa. No es que no estuviera caminando, claro, sólo que dejé de ir pensando.
Y entonces noté que, como atardecía, se oían unos pájaros que también estaban volviendo. Me puse a escucharlos.
Había tres pájaros parados en un árbol que quedaba de paso. Tenían el pecho amarillo, esos pájaros. Y mientras yo avanzaba, se adelantaban de rama en rama y de árbol en árbol, de tal modo que, mientras caminaba, los iba oyendo cantar.
Uno de los pájaros llevaba una semilla. Era una semilla redonda, bastante grande en comparación con el pico del pájaro.
Seguíamos caminando (y cantando) cuando me pareció que uno de los pájaros se había parado.
Cuando me di vuelta lo vi, y él también estaba mirando.
Había dejado caer, de su boca, la semilla.

Presentación

Las setas,
si se les da la posibilidad de crecer,
estas crecen donde sea.
Siempre que les permitas hacerlo,
te van a crecer setas.
Es decir que,
si te descuidas,
te termina naciendo,
donde menos la esperabas,
un hongo, una seta.
Las condiciones son básicamente
las de la humedad.
Si cuidás que haya humedad seguro te crece, una seta.
Pero también,
si sin darte cuenta, acumulás humedad,
te crece, aún indeseada, una bendita seta.
Las setas nos recuerdan algo de lo que nos sucede con
la inspiración.
Ahí también se trata de algo un poco fantástico...
Bajo ciertas condiciones es indefectible que aparezca.
Las del amor, sobre todo.
Aún sin que uno lo riegue mucho, éste crece solo.
Y brota la inspiración.
A nosotros nos ha ocurrido que,
entre trazos y palabras,
nos florecieron
cinco setas.