lunes, 20 de agosto de 2007

Ya me extrañaba
que esta tristeza
nunca llegara.
La venía esperando desde hacía rato
y la insolente me dejaba pagando.
Por si llegaba tarde de noche
le dejaba una luz prendida.
Y la puerta sin traba
por si yo no estaba
y ella aparecía.
Pero puntualmente vino a mi cama.
No me sorprendió ni nada.
Sólo que me encontró medio adormecida.
La estaba incubando.
Llegó como una encomienda retrasada,
como un viaje postergado.
Como si una eventualidad
la hubiera demorado.
Como si la hubieran detenido los cortes de ruta.
Como esos eventos
muy anunciados
pero que sobre la fecha se suspenden por lluvia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mUy bello Rins, pero me gusta mas el coloreado q veo en tu msn,... quisiera verlo "·en detalle"... te dejo un beso amiga..

YO(gur)